La inflación en España cayó en septiembre hasta el 1,5%, su nivel más bajo desde marzo de 2021, según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta disminución, impulsada por la reducción en el precio de los carburantes, alimentos y electricidad, supone cuatro meses consecutivos de moderación en los precios. Este descenso del IPC se aleja significativamente del 3,5% registrado en enero de este año, a pesar de que no indica una reducción de los precios, sino un menor ritmo de crecimiento.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha señalado que la contención de los precios y el buen rendimiento del mercado laboral están ayudando a mejorar el poder adquisitivo de los hogares. Según él, los ciudadanos han empezado a recuperar poder adquisitivo, superando los niveles previos a la crisis inflacionaria de 2022, y España ha conseguido una recuperación mejor que otros países de su entorno.
La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos no elaborados a causa de su volatilidad, también ha disminuido, situándose en el 2,4%, tres décimas menos que en agosto. Esta bajada ha estado más lenta debido a la menor influencia del abaratamiento de los carburantes. El INE destaca que, además de los carburantes, los alimentos y la electricidad también han contribuido a esta reducción, a pesar de que se espera que la retirada de algunas rebajas en el IVA de productos básicos a partir de octubre pueda provocar un aumento de los precios en las próximas semanas.
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